Garantizar la calidad del suministro es un eje principal del servicio. Cumplimos de forma escrupulosa con los estándares para el consumo humano que fijan el Real Decreto 3/2023. Además, disponemos de la certificación ISO 22000, relativa a la inocuidad alimentaria, considerando el agua como producto alimenticio y obedeciendo a todos los controles sanitarios.
En este contexto, mantenemos una estrecha vigilancia sobre la composición del agua, tanto antes como después del tratamiento, y adoptamos la mejor tecnología disponible para garantizar la óptima calidad del suministro.
El control de calidad se ejecuta de forma íntegra en el laboratorio que el CAT tiene en l’Ampolla (LQAIGUA). De promedio, cada día se analizan 14 muestras de agua, de las que se obtienen una media de 130 resultados analíticos. Este tipo de pruebas permiten tener bajo control 275 parámetros de calidad del agua diferentes. Finalmente, los resultados más representativos se publican cada día en la página web.
La sala de control es el cerebro del CAT. La vigilancia sobre la captación, el tratamiento y la distribución del agua se lleva a cabo desde un solo punto, la sala de control en las instalaciones del CAT en l’Ampolla. A este punto de mando llegan 50.000 señales de varios indicadores repartidos en toda la red, que permiten tener información actualizada cada 10 segundos de parámetros, como los caudales circulantes, las presiones, los niveles de depósitos, la temperatura de los motores, los desvíos de caudales, parámetros de calidad o intrusismo en las instalaciones, entre otros. La sala de control trabaja las 24 horas del día y los 365 días del año con personal repartido en tres turnos.