En el Consorcio de Aguas de Tarragona llevamos en el ADN la cultura de la eficiencia. Desde el propio revestimiento de los canales del Ebro, que en los años ochenta y noventa, principalmente, permitió recuperar parte del caudal que no se aprovechaba y captar agua sin perjudicar los regantes ni el delta del Ebro, el CAT ha integrado el principio de la sostenibilidad en todas las áreas de actividad. Somos conscientes de que formamos parte de un entorno natural de gran riqueza pero de frágil equilibrio, y que el agua no es una fuente inagotable y debe ser protegida. El objetivo es que el impacto social, económico y medioambiental sea positivo en todos los casos.
En el CAT hemos asumido el compromiso con la sostenibilidad y la aplicamos a todos los aspectos de gestión, de forma que alineamos diferentes objetivos empresariales y medioambientales. Un ejemplo de englobar diferentes necesidades es la implantación del innovador Sistema Automático de Operación y Optimización Energética (SAOOEC), que permite gestionar de forma inteligente la red hidráulica y optimizar costes. Gracias a este sistema, que optimiza la gestión de la tarifa eléctrica horaria con los recursos hidráulicos disponibles bajo la premisa de dar el servicio requerido en cada consorciado, en el CAT hemos conseguido ahorrar hasta un 15% anual de los costes energéticos. Ha sido un proyecto capital para que la energía representa una tercera parte de los costes de explotación.
La sostenibilidad, sin embargo, es una responsabilidad de todos. Por ello, hacemos todo lo posible para trasladar nuestro compromiso a nuestros consorciados con buenas prácticas de eficiencia, y en general, al conjunto de la sociedad, impulsando campañas de sensibilización específicas y visitas guiadas a la Estación de Tratamiento de Agua Potable de l’Ampolla.