A finales de la década de los años 70, la falta de agua amenazaba el desarrollo económico. La expansión industrial, agrícola y de servicios había aumentado el consumo de agua, y la sobreexplotación agotaba los recursos subterráneos y salinizaba los pozos. Ante esta situación grave, que se dejaba notar con fuerza en ciudades como Tarragona y Reus y poblaciones del litoral tarraconense, el Congreso aprobó el 1 de julio de 1981 la Ley 18/81 de actuaciones en materia de aguas en Tarragona.
La normativa estableció un plan de obras de revestimiento de los canales de los márgenes derecho e izquierdo del Ebro con el objetivo de recuperar las pérdidas de agua que se producían por filtración y desbordamiento, calculadas en 12 m3/s, y aumentar así el caudal disponible. Parte del nuevo recurso utilizable, hasta un máximo de 4 m3/s, quedaba a disposición de un nuevo ente con personalidad jurídica propia, el Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT), que destinaría el agua a paliar la demanda de municipios e industrias necesitadas de la demarcación de Tarragona. La Junta de Aguas, en ese momento organismo autónomo del departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat, fue el encargado de ejecutar las obras del denominado Plan Delta.
El CAT fue constituido formalmente en abril de 1985 con representación de la Generalitat, las dos comunidades de regantes, y ayuntamientos e industrias del territorio, los destinatarios del agua. A cambio de la concesión, el Consorcio pagaría un canon a la administración pública destinado a financiar las obras de revestimiento de los canales de riego. Por otra parte, pagaría un canon anual a los regantes, que serviría para contribuir al mantenimiento y uso de parte de los canales.
Las obras de infraestructura se completaron en dos años, entre 1987 y 1989, y se invirtieron 108 millones de euros. En agosto de 1989, finalmente, el CAT empezaba a suministrar agua a las industrias y municipios consorciados. Se ponía en marcha una infraestructura que reforzaba el vínculo de solidaridad entre el norte y el sur de las comarcas de Tarragona y que con el paso de los años ha ido creciendo para seguir asumiendo un papel estratégico en el desarrollo económico.
