El Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) ha efectuado una prueba piloto experimental de embotellar agua destinada a eventos públicos organizados por los consorciados, sean ayuntamientos o industrias. La acción se enmarca en el fomento del consumo de agua del grifo, que promueven la mayoría de ayuntamientos consorciados, y el éxito de la prueba inicial ha desbordado todas las previsiones.
En el estudio efectuado el año pasado (mayo 2016) por la empresa CERES para conocer la opinión de los consorciados, una de las cuestiones que se planteó fue la voluntad de muchos ayuntamientos de fomentar el consumo de agua del grifo. Sólo el 28% de la población encuestada manifestaba el uso preferente de consumo de agua de grifo, frente al 63% de agua embotellada. La muestra se hizo con 359 individuos, con un nivel de confianza del 95%.
A partir de este hecho, tomando en consideración la excelente calidad del agua potabilizada por el CAT en la planta de L’Ampolla con todas las garantías sanitarias, como acreditan las certificaciones del Laboratorio de Calidad, y con el valor añadido de la ISO 22000 de inocuidad alimentaria, el Consorcio estudió la posibilidad de embotellar agua, viendo varios ejemplos de empresas de gestión de agua así como el modelo de implantación y éxito que tenían.
La referencia por la que ha apostado el CAT es el modelo implantado en Aguas de Gandía, del grupo Aguas de Valencia, a la que se le encargó una primera prueba, con motivo del 25 aniversario de la puesta en marcha del CAT (1989- 2014). Este evento, en el 2014, junto con el resultado de la encuesta de 2016, confirmó la apuesta para distribuir de manera gratuita agua de red embotellada.
En una sinergia clara con la empresa EMATSA (Empresa municipal mixta de aguas de Tarragona, SA), que ha puesto en marcha una planta embotelladora con la misma finalidad, el CAT ha suscrito un convenio para disponer de 60.000 botellas de agua de medio litro, con una etiqueta acreditativa de la procedencia y las propiedades del agua.
Esta disponibilidad fue comunicada a los consorciados, indicando que se podía disponer para actos deportivos, eventos sociales o de carácter institucional. La respuesta ha sido tan satisfactoria que se han superado las previsiones iniciales y no se han podido atender todas las demandas.
El CAT plantea, a corto plazo, la implantación de este modelo como transición de una sociedad habituada al consumo de agua embotellada hacia el consumo de agua del grifo. Futuras encuestas determinarán el éxito o no de estas campañas